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Viedma Patagones: Primer borrador

Libros recomendados

Libro

Recomendador

Comentario

Tres Luces

Su autora es la irlandesa Claire Keegan
(cuentos)

Marga Wild

 

"Una letra familiar"
de Irene Gruss

María Inés

 

"Desarticulaciones" de Sylvia Molloy

Juana

Para preguntarnos sobre las relaciones entre memoria, identidad, otredad, relato. 

Emaús de Alessandro Baricco (novela)

Negra Garrafa
María Inés Colos
María Celia

 

Gramática de la sombra de Jorge Consiglio (novela)

María Inés Colos
María Celia

 

La belleza del mundo de Héctor Tizón (novela)

María Inés Colos
María Celia

 

Aire tan dulce de Elvira Orphée (novela)

María Inés Colos
María Celia

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ahora recomendaciones

Ahora recomendaciones

       No sólo comimos y brindamos y festejamos y parloteamos. También conversamos seriamente el último encuentro (17/12/11), esas conversaciones tan lindas que tiene lugar en los encuentros en lo de Negra.

       Hay otro También: hemos decidido recomendar lecturas, películas, música. Vamos a aprovechar este espacio. Y vamos a ir dándonos nuestras formas de hacerlo, haciéndolo.

Se me ocurre:

1) Identificación de lo que se recomienda (nombre, autor, si es un libro)

2) Identificación de quién lo recomienda. Cada lector es un autor.

3) Comentarios del lector sobre la obra.

Un p-abrazo , María Celia

Patagones ¿Primer Mundo? (escrito 28/09/04)

Nadie sabe lo que cree saber,

y un día sabe todo de golpe.

Pero casi siempre al borde, 

al ineluctable borde de la muerte.

Como creyeron  los avaros del alma

la tendenciosa historia de "Eldorado":

eterna venta de ilusión podrida,

cáscara de miocardio de oro falso.

Inveterada costumbre de medieval paso

que lleva a ver un relumbre de ciego,

a querer otra vida que es de otro,

no mejor ni tan siquiera buena:

"si alguien encontró el sentidode la vida

por favor escribirlo acá"

escribió Junior en un banco

y si no fue él fue un joven como él.

La oscuridad no era de útero para nacer,

sino de túnel rectal para morir.

No hay diferencia en la oscuridad,

sólo que no hay quién lo lleve a la luz.

Otra decía "la mentira es la base

 de la felicidad  de los hombres".

¿Comprensión del primer mundo?

O sólo cinismo de inocencia brutal,

o casi una concesión al presente.

O la entronización  del lenguaje

donde el significado agonizó

y amamantó una vida sin contexto.

Que simuló el cuero de algún lobo,

que el cordero se vendió como travesti.

Y otra fatal:"lo mejor que podemos hacer

los seres humanos es suicidarnos".

Cómo juntar a Nietzche con Jesús,

cómo decidir entre una muerte y otra,

como explicar con un gatillo la vida ,

cómo saber para quién era el plomo:

si para la escuela Islas Malvinas,

como  un símbolo nacional traicionado

por una histórica mentira militar,

del humillado grito del fanfarrón sudaca

que violó el honor de pretendida patria.

Como si esa irredenta sangre sola

fuera para su único dolor desconocido

o para su emergente mortal de realidad

de enfermante locura sin destino.

Al no ver qué virus caen del Norte

a la aldea que quiere ser global:

y no vive en necesario rancho digno

y no puede ser ni villano ni héroe

y menos prender su propio fuego

y alimentar su prole con su caldo.

Para más manos escribiendo sol,

para menos ojos colgados on line.

Para un terrón de agua que se suda,

con avidez de semilla de querer,

con hoy, con hoy pero desde ayer

con hoy, con hoy para mañana,

con hoy , con hoy día de verse

hasta el mismísimo fondo de los ojos,

hasta la lluvia mezclada con la sangre,

hasta saber una verdad abrazo,

o morir esperando ver ÉL día. 

Me siento a escribir

Y los poemas huyen de mi mano

Como racimos

Como líneas de agua

Como dendritas de aire

Pero me siento, y espero

Que se entreguen

Que se detengan

Que quieran quedarse

Como los amigos

Como los cansados del camino

Como los que no tienen a la vista

Otro destino.

 

Alguno se garabatea

se tiende sobre la hoja

forma filos

en el papel remarcado.

Y alguno

se hace amigo

del hombre.

Deja de ser poema.

Se vuelve humano.

Me lo pasa...en limpio.

Me lo pasa…en limpio, como un texto. Eso muchas veces nos permite traspasar el límite de la palabra. La hablada, tiene más severos límites, queda apretada en el timbre o la garganta.

Entonces, decía, me lo dice sin decirme, pero yo me doy cuenta que me lo dice a mí, porque encuentro entre sus dichos algunas verdades…que si no, no serían importantes. Cuenta algunas cosas que solamente yo sé, lo hace a propósito, para que me dé cuenta. Introduce con sus dichos algunos indicios. Los plasma como ficción, pero me llegan como dato de la realidad. Y así, me envuelve en ese texto, me involucra. Cualquiera puede leerlo y darle otro significado, pero él sabe, que yo lo voy a leer desde otro lugar, que para mí, tendrá un significado inequívoco y único.

Entonces, bueno, el texto se transforma en un diálogo. De sordos, porque él no escucha mis palabras. Podrá imaginarlas, pronosticarlas, perseguirlas en algunos rastros de mi andar. Pero tiene la certeza, la ventaja, de saber que su mensaje llega. El toma la palabra por sus curvas, sus detalles. Sin pedirle permiso a ella, ni a mí.

Es allí cuando me siento sorprendida y vulnerable. Es allí, cuando me dice, suavemente y a los ojos, me llama“lector”, que siento el verdadero peligro de que un texto te atrape. Y no te deje volver.

Este texto corresponde a una producción en la que me encuentro trabajando con Hugo Gustavo Grisetti, con la dinámica de un feedback literario que se depura y corrige en forma conjunta, con el objetivo de publicar.

 

Sobre el río...

Fluir lento,
verde vida,
recodos del verano.

Fría transparencia,
turbulentos azules,
giros en la siesta.

Desliza verde,
remolinos danzarines,
chocan y rompen.

Orilla a orilla,
calma blanca,
espumas rosas.


Guillermo, invierno de 2006.

Desolados

 

 

Noctámbulos

espejos de una locura melancólica

                        grises

preñados de ausencias

cubrimos el hueco frágil de la noche.

 

 

Ilusión de que el tiempo es un lago

                        y no un río.

 

Pernoctamos

tangentes a lo eterno

hasta que la luz infama los objetos

hasta la caída en una sábana increpante

donde el sueño

                        vacío

niega la turbia verdad de la mañana.

 

Tres álamos, cien mimbres

Un río que los lleva y busca la salida

Una postal ajena a otros

Tres termos en la orilla

Una tarde triste

Un gorrión, una gallina

Tres letras que coinciden

Y es ‘hoy’ lo que confirman