Desolados
Noctámbulos
espejos de una locura melancólica
grises
preñados de ausencias
cubrimos el hueco frágil de la noche.
Ilusión de que el tiempo es un lago
y no un río.
Pernoctamos
tangentes a lo eterno
hasta que la luz infama los objetos
hasta la caída en una sábana increpante
donde el sueño
vacío
niega la turbia verdad de la mañana.
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María Celia -